domingo, 24 de abril de 2011

BAJO EL ARBOL

¡Hola mi ángel!

¿Sabes donde he estado?... En nuestro lugar de encuentro, he estado bajo aquel árbol, he estado
sola sin tu compañía y te he echado muchísimo de menos.
He recordado todos los momentos pasados allí, todas nuestras conversaciones, todas nuestras risas y nuestras lágrimas, ha sido un momento muy especial. Allí fue cuando me contaste lo de tu enfermedad, ¿recuerdas? el rato más amargo que hemos pasado juntos, y el abrazo con más cariño que nos hemos dado  nunca. Te hice prometer que te ibas a curar y no has cumplido tu promesa...
Por un momento cerré los ojos y tuve la sensación de que estabas allí a mi lado…. Y he sentido una gran paz. Que momentos tan bonitos, la verdad es que estoy muy orgullosa de haber tenido a un amigo como tú. Sé que te lo he dicho muchas veces pero no me canso de repetirlo.
¿Sabes? Cuando iba y me sentaba siempre me encontraba bien, siempre esperaba a que aparecieras,  unas veces venías y otras no, pero ahora ha sido diferente, el saber que no vendrías por mucho que te esperara…. Es muy triste esperar a alguien sabiendo que no vendrá.
Si te digo la verdad, realmente no he estado sola, por un ratito he tenido de compañía allí mismo de mi hija, y le he hablado de ti. Le he contado la gran persona que eras y los buenos amigos que éramos aunque no nos viéramos mucho. Le ha encantado el sitio y  he prometido que siempre que vallamos iremos allí.

El pueblo está diferente, está dormido, no había vuelto desde hace mucho y la verdad es que he pasado un día triste. Hemos bajado al río, está precioso, el agua sigue estando igual de fría… pero  la gran piedra sigue estando y esa cortina blanca de agua que tanto te gustaba, he pasado por las cuevas…. Y allí están nuestros nombres escritos…. Un día escribiste el nombre de mi marido junto a los nuestros, me dijiste que si estaba por mi era uno de los nuestros, pues bien, esta vez la que ha escrito un nombre he sido yo, he escrito el nombre de “Loquita”, no sé por que razón no estaba escrito ya, pero ella se merece estar allí tanto como todos nosotros, así que ya está, allí estamos todos juntos para siempre. La verdad es que es un mundo maravilloso, por eso íbamos allí a refugiarnos de las tormentas y allí esperábamos a que saliera el sol. Ahora la tormenta va ha ser eterna y mejor que busque otro lugar donde refugiarme, ese era nuestro y ahora ya nunca más volveremos a estar todos allí.

He visto la tristeza de tu padre, la verdad es que lo admiro muchísimo, con todo ello y sigue luchando por su vida, por estar al lado de su hijo, no tiene a nadie más, pero pronto llegará un ser maravilloso que le alegrará cada día y verás como le anima a seguir en este mundo. ¡¡Va ha ser nene!!… es un niño mandado del cielo… Ese niño le va ha traer toda la fuerza que necesita tu padre y una felicidad grandiosa para tu hermano. Espero y deseo que todo vaya bien y sea un niño tan encantador como lo era su tío.
¿Sabes como se va ha llamar? Angel.
Espero que lo protejas y lo cuides muchísimo, espero que seas su ángel.

Te mando un gran abrazo con toda la fuerza y el cariño que aquí te tenemos.

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